el día de los santos;

La muerte es un viaje de retorno al lugar donde empezó todo: la nada;

Polvo eras.

No hay estrellas
en el cielo;
Todo sigue en silencio,
cierra los ojos,
éste es el comienzo
de tú último sueño.

Un viaje sin acompañante;
Pasajeros sin salvavidas seremos,
deshojaremos los latidos que nos quedan:
Hoy nos hundirán en la tierra
para no volver.
Llegó la hora de despedirse.

Una sombra
oscurecerá el camino.
Luces a un fondo
y luces como destino;
éste es tu legado;
el final de tus escritos.

El último desvarío,
el enésimo grito...
y un diagnóstico reservado:
Es demasiado grave,
hora de extremar las precauciones
y llamar al del alzacuellos;

Las constantes vitales
se debilitan.
Tus recuerdos van camino
de sucumbir
al picor tergiversado
de los gusanos.

Polvo de ameba,
huesos de arena...
la amargura secará
tu último trago.
Suspiros, te irritas,
algo se extingue: es tu vida.

Un cirio rodeado de plástico rojo con una llama apenas visible cuando hay luz en la habitación indica que es uno de noviembre; Este año no habrá visita al cementerio, ni degustaré los exquisitos huesos de santo que tanto me gustan; He dejado de creer que tras las lápidas permanecen intactos los recuerdos, la realidad de lo que algún día fueron o simplemente algo de lo que me ofrecieron cuando vivían;

´De hecho, el plazo de permanencia de los féretros en la tumba de alquiler donde han permanecido los últimos 10 años, caduca en 2011; el agujero pertenecerá al ayuntamiento a partir de ahí; y cual casa hipotecada (que si vivo no puedes pagar, imagínate después de muerto) se la arrebatarán para hacer de los restos de huesos y polvo que aún queden, ceniza en el interior de una urna.

Y ¿qué haremos con ellas? no lo sé; aparcarlas en el lugar más inhóspito de alguna casa, esparcirlas por vete tu a saber donde, dejar que se las lleve el viento... Que más da; tengan la forma que tengan y estén donde estén yo no pienso olvidarlos; y sea uno de noviembre o dos de julio recuerdo lo que fueron y lo que me aportaron.

Hablo de mis abuelos, de mis tíos, de mi bisabuela y de algunos amigos, que por desgracia acudieron a esa luz que dicen que hay al final del túnel;

Ojalá quienes aún estamos por aquí tardemos mucho tiempo en cruzar la línea que desvela las respuestas a las preguntas que pasamos la vida haciéndonos; Si Dios existe, entenderá porqué no creo en él, o, al menos, en esa visión catastrofista del infierno que transmiten sus representantes en la tierra; Personalmente, me encantaría poder reencarnarme, como dicen que mi abuelo materno acabó dentro de mí; ¡que bueno abandonar un cuerpo decrépito y usado y resetear tu memoria para tener la oportunidad de volver a equivocarte! ¿no creéis? Es lo que mi parte esperanzada desea; la lógica, me dice que aproveche el momento, no sea que los mitos oníricos que tratan de inculcarnos no sean reales;

Visto lo visto... lo único que queda de ti cuando mueres, son los recuerdos que la gente puede tener de ti. Y con el colapso que tenemos... es complicado que se paren más de un día indicado a acordarse de ti o a llevarte flores, ponerte una vela o comerse unos buñuelos a tu salud.

Así que supongo que "el día de los santos", Halloween, o como queráis llamarlo tiene lógica para los que tienen mala memoria; Yo odio entristecerme, y la muerte evoca la mayor de las penas que un ser humano puede soportar; Prefiero no pensar que tener falsas esperanzas; Y si me da por recordar, prefiero seleccionar los buenos momentos, o las anécdotas más divertidas o, simplemente, la reacción que los que ya no están tendrían cuando leen ésto o me ven haciendo el ridículo, o sobresaliendo, o imitando lo que ellos, seguramente, en algún momento hicieron;

Por eso, por si me están leyendo en algún ordenador extrasensorial, o están detrás de mí mientras escribo esto, o piden permiso a san Pedro, al can cervero, a Budha o a Mohammed... un saludo a mi querida retratadora de la guerra civil, al ejemplo a seguir, al malhumorado padrino que me inició en esto de la escritura, al portador del bote de uno de mis viajes más divertidos, al cartero y a su mujer, por la que adoro los proyectiles de regaliz, a la conservadora de la negrura y los tacos de mala hostia de los inicios del siglo veinte, al casero introvertido, a la promesa del fútbol que se quedó por el camino, a mi tío carnal y a todos los que sin querer he acabado olvidando;

Espero que si morís, tengáis la suerte de hacerlo con dignidad y con muchas vivencias acumuladas en vuestro zurrón de anécdotas que resetear;

Disfrutad de la semana; y aunque podría recomendaros alguna marcha fúnebre, o el requiem en D menor de Mozart, la despedida de Kurt Cobain, el adagio de los Doors... cuando escribo tristezas o me recreo en la muerte...prefiero que la alegría llegue a mí a través de mis tímpanos; por eso, me quedo con el "echo de menos" de Kiko Veneno (que pronto saca nuevo disco), o "la copla del viudo del submarino" de la cabra mecánica;

Salu2
y nos vemos mañana...
Be happy!!!

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