Aprendiendo a ser egoísta... como todo el mundo.

La vida me ha enseñado que sólo cuando has ganado te puedes sentir derrotado;

La vida me ha enseñado que nada es negro o blanco, que nadie es imprescindible y que nada es necesario...

Que pena que algunas canciones tan buenas pasen desapercibidas entre la multitud; Supongo que escuchar a los demás es una utopía y entenderlos, cueste lo que cueste, aún más; Por eso, el cartel de "descatalogado" está tan a la orden del día.

Que ¿por qué digo esto? porque me ha llegado la factura del móvil y me he dado cuenta de la ostensible reducción de gasto que ha sufrido este mes. Por un lado me alegro y por otro me da pena ver que, al final, me he dejado llevar por los dictámenes de la sociedad. Si me ignoran o menosprecian... acabo haciendo lo mismo; y, al final, la condena es evidente: la soledad.

Supongo que de tanto poner la otra mejilla me he visto abocado a que los demás me consideren un pelele. Ya sabéis, vivo en esa fina línea que separa la bondad de la gilipollez; y así es como me siento: estúpido. Porque la recompensa a los buenos actos suelen tener que ver más con llevarte una hostia o una decepción que con algo parecido a un premio en forma de aprecio o consideración, que antes me parecía que no era mucho pedir, pero puestos a exigir creo que siendo egoísta acabas recibiendo más de lo que yo he recibido durante todos estos años;

Lo siento; ya no puedo más; Y considero que sin recompensa no merece la pena actuar. Llamarme materialista, frío, calculador o desconsiderado... pero no estoy dispuesto a acabar en un diván criticando a gente que no merecía el esfuerzo y el disgusto que me han causado.

El vaivén circunstancial está bien; pero cuando tu vida se llena de subidas y bajadas, te das cuenta de que corres el riesgo de que la cuesta tiene más pendientes descendentes que ascendentes; y que aunque te gusta la consideración de mártir que te dan los interesados que recurren a ti te dan, acabas odiando que ésos mismos te acaben marginando e ignorando como si nada hubieras significado en sus vidas. El trabajo te reporta un sueldo... y pienso que escuchar, estar... debería estar recompensado con, al menos, un mínimo de interés o de aprecio.

Pero somos egoístas por naturaleza... y nuestro ocio es sagrado; nuestro nuevo novio es más importante que nada, o el desconocido al que ahora llamo amigo tiene un plus que supera todo lo acontecido anteriormente.

Pues bien; he decidido que, al menos, hasta que acabe este año es así como pienso comportarme; no voy a llamar, ni a ayudar a cambio de nada; que escucho: llamas tú o pagas la cerveza el cubata o lo que me apetezca. Que te hago un favor: me haces otro. Que quieres un regalo, piensa tú primero lo que piensas comprarme. Y tú pagas la primera ronda, la mitad de la cena, eliges... y así todo.

Quiero ver lo que se siente. Y descubrir de primera mano el placer que debe dar comportarse como un hijo de puta olvidadizo. El orgasmo de ganar cuando no has hecho méritos para ello.

Quizá como muchos de los que me rodean encuentre lo imprescindible y lo necesario que con esta actitud nunca he, ni tan siquiera, rozado.

Y todo esto lo escribo con una lista de reproducción con el "que te den" e Amparanoia, "Cabrón " de RHCP, "Gorda" de la cabra mecánica, "venganza" de mi propia cosecha, etc.

Salu2

Pasar buen viernes

y nos vemos mañana (si la resaca o los quehaceres no me lo impiden)

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