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Inmerso en una resaca semiconstante. El blogger se tragó mis escritos de ayer, y hoy no tengo frases ajenas que me inspiren, pero se me viene una frase a la cabeza: "cómo intentar salvar el mundo si hoy, no soy capaz de salvarme a mí mismo...".

Es una exageración, evidentemente, pero me he despertado con una canción con un estribillo esclarecedor: "quiero salvar el día". Creo que es de Copiloto, pero no estoy seguro. En días como hoy siempre me acuerdo de Kant. El muy cabrón decía que "la felicidad no es un ideal de la razón, sino de la imaginación"; así que supongo que es más una cuestión de concienciarse o de creérselo que otra cosa.

Así que trataré de evitar las lamentaciones y me limitaré a pensar en positivo. Voy a rodar un anuncio de compresas, graparme una sonrisa en la cara, frivolizar sobre los males ajenos y experimentar con la bipolaridad como si fuera un puto Maquiavelo moderno psicoanalizando a todo el que se me pone por delante.

Voy a tirar a la basura mis teorías para ver si alguien es capaz de reciclarlas. Desteñir mi ingenuidad con 4litros de lejía y coordinar mis pasos para ver si acabo llegando a algún sitio concreto. Os contaré si lo consigo.

Para acabar: 3 cosas: una última frase (de Jorge Bucay): "el verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es" y una recomendación de alguien que piensa que ha nacido en la época equivocada: The ventures.

La última es que os toméis un trago a mi salud y brindéis porque es sábado y seguimos vivitos y coleantes;

Salu2.