Indignado.

He esperado un par de días para hablar de las movilizaciones de "democracia real ya". Y me alegro, porque en frío las conclusiones suelen ser más precisas y efectivas. Y digo, de antemano, que no soy objetivo, pero,  aunque muchas de las cosas que se han dicho/distorsionado en los medios no me han gustado, soy respetuoso con todo lo que he escuchado y leído.

Pero, la verdad, estoy flipado, porque entiendo que las manifestaciones no eran más que una toma de contacto. Y que su objetivo primordial era generar debate (hecho que se ha conseguido con creces) y que los "desmotivados" vieran que hay más opciones que cruzarse de brazos y callarse. De hecho, tras las pancartas no sólo había jóvenes, porque aunque se presupone que son ellos los más afectados, hay padres que sufren con la situación de sus hijos, parados de más de 50años que ven peligrar sus pensiones, hipotecados que no llegan a fin de mes, incluso embarazadas, abuelos con sus nietos y nostálgicos de tiempos más reivindicativos que se han unido a las protestas.

Pero se ve que entre el bipartidismo y el miedo al cambio se han debido distorsionar las entendederas de la gente. Lo único que se pretende es cambiar el inmovilismo por el debate y generar una crítica constructiva que ayude a modernizar el concepto de democracia. Pero los detractores del "movimiento" prefieren quedarse con los actos violentos (detestables, por cierto (tanto los de los manifestantes más "radicales" como los excesos de algunos policías)), o con la exageración de comparar lo sucedido con los principios de una dictadura, o del nazismo, o hablar de utopías cuando más que ensoñaciones  se pretendía buscar un prisma real en el que cambiar la demagogia, las descalificaciones y las mentiras, tan comunes en la política actual, por la indignación de much@s ante un futuro que, raramente, puede ilusionar a nadie.

Tratar de reinventar la democracia, más que una revolución, es una forma de evolucionar. Se busca que los que gobiernen primen la justicia social, que comprendan que no vale todo y que nuestros votos no son un cheque en blanco. Nos han quitado demasiado y ahora lo queremos todo. Y estamos en nuestro derecho de pedir y aunque no tengan la obligación de dar, podemos intentar fomentar la unidad que nos ha faltado en muchos momentos, podemos tratar de recuperar una ética y unos principios básicos que nos han ocultado interesadamente.

Porque Cambiar de actitud era un paso necesario. Igual que recuperar una parte de la moral, que hemos perdido últimante. Creo que ver que nuestros problemas no son exclusivos y que muchos los comparten puede ayudarnos a recuperar el sentido común.

Y puede que, como bien dicen, las protestas no estuvieran bien organizadas. Pero los de arriba tampoco dan sensación de saber el camino que han tomado o hacia donde se dirigen. Así que, lo ideal sería aparcar la crítica, los egos y los supuestos y proponer alternativas. Porque lo que es evidente es que algo falla y que lo que estamos sufriendo no es lo ideal y en nuestras manos está cambiarlo.

Salu2

y nos vemos mañana.