Buena vida.

Busco algo salvable en mi correo basura...

Es curioso, se me ha olvidado mentir; ahora, si estoy contento: todo el mundo lo nota, si estoy de bajón me preguntan ¿qué te pasa? y hasta salto como una jeringuilla llena de la rabia acumulada de los perros... así todo; Wilde decía que "amarse a si mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida"... mi cerebro debe haberse vuelto onanista, cuando se corre suelta todas las endorfinas que ha acumulado en mi aprendizaje. Y lo más raro es que coincidan tantas cosas buenas en un horizonte tan relativamente palpable. Hace unos años hubiera desconfiado, pero ahora paso, lo degusto, lo disfruto y si luego se tuerce, pues ya decidirá el Jonn del futuro lo que hacer y lo que no.

A la mierda el pesimismo, que se lo queden otros, que yo estoy servido; La primera canción de mi nueva etapa musical (compartida) está basada en una frase de García Márquez: "Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa". Así que, toca poner en práctica el consejo y ver a cuanta gente podemos contagiar con nuestro renovado optimismo. Para una vez que la suerte se para en mi portal, que se coman los mocos los que responden a los estímulos de la energía negativa y termonuclear. 

He dejado de perder el tiempo buscando bombas debajo del coche y de temer que alguien pueda agujerearme la espalda con un puñal. Puedo ser escéptico pero acepto, también, que hay más gente mala que buena, e incluso a ellos, los respeto, que se ahoguen en su propio vómito, que se queden las treinta monedas de plata y el beso y disfruten de su materialismo y de la ignorancia; más sabiduría para mí, más trémolos guitarreros y, sobre todo, más que me voy a reír.

Como dice Ornamento y delito: "Todos los días se dona un riñón"; Y si no es para mí, pues dejo que los afortunados desparramen sus vísceras por los tonos pastel de la calle de la piruleta mientras yo muero tranquilo de una sobredosis de certezas, y abro mi paraguas... que nunca me han gustado los cadáveres mojados.

Y que no os mientan; nadie que diga que se crece ante la adversidad dice la verdad. Aceptar lo que te ha tocado no tiene nada que ver con ser fuerte. Más bien, todo lo contrario. Para crecerse hay que darse cuenta de que estás equivocado, tratar de solucionarlo de la mejor manera posible y luego, cuando todo se haya calmado, ver si puedes, o no, aprender algo.

Se ve que yo no he aprendido nada, porque estoy haciendo cosas que hace un par de meses juraba que no haría ni en sueños; pero... de repente se te acumulan las razones y como todavía no soy suficientemente viejo para creer que no puedo rectificar, pues me arranco por soleares, con dos cojones, y luego me tomo una horchata fresquita; que con el sol se agradece...

Hala, manzanas de caramelo para todos, o algodón de azúcar,en su defecto;  que la confianza en uno mismo nos vuelve espléndidos y si no me llega, pido un crédito con el aval del optimismo de la inercia positiva que me mantiene  equilibrado.

Si sabéis de alguien en un estado similar mándarle un beso de mi parte y felicitarle, porque se ve que está de moda, todo lo contrario; Y quizá, precisamente por eso, me cueste tan poco verme reflejado en  gente que, en cierta manera, se identifica con lo que me pasa: Ya sea platónica, familiar o inexpresivamente. Como decían los definidores de la amistad: Si puedo hacer algo para contribuir a tu felicidad... me tienes a tu disposición; Y más ahora que me sobran las razones.

Un recuerdo para Pedro San Martín; ahora que hago honor al nombre de su grupo y tengo una BUENA VIDA.

Salu2

y nos vemos mañana.

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