Teoría de la conspiración.

Empiezo a creer que la teoría de la conspiración es algo más que una idea que furrula por las mentes más escépticas. Y no; no hablo de masones, ni de los iluminatii, ni de la muerte de Kennedy, la creación artificial del virus del Sida o la llegada del hombre a la luna; Si os digo la verdad me da igual quien programó el 11S, ni me pregunto como los egipcios  y los habitantes de Palenque  o Machupichu pudieron construir las pirámides casi al mismo tiempo, ni si es verdad que Einstein trabajó en el proyecto Philadelphia, o si  los cosmonautas del Apolo XVI vieron realmente Ovnis...

Conspirar significa unirse en secreto acuerdo con el fin de efectuar un acto ilícito o impropio o para usar tal medio para llevar a cabo un fín ilegal. La cuestión es ¿qué es ilícito?

Partiendo de la base que promulgó a principios del siglo XX Daniel Pipes, las apariencias engañan, nada es azar, y hay que anticiparse al enemigo porque en el fondo las conspiraciones conducen la historia y el poder, la fama y el sexo dan cuenta de todo; Osea que la población en general no tiene autonomía y ha sido concevida para ser dominada. La manera es lo de menos. La igualdad entre seres humanos es irracional e imposible de sobrellevar, por lo que hay que buscar métodos para mantener aislada, callada o entretenida a la parte de esa población que "sólo" sirve para enriquecer a los "poderosos".

Ahora hay medios mucho más efectivos de control que antes. Tenemos la televisión, Internet, el bipartidismo,  la propaganda, las drogas; y las mentes de los ciudadanos han asimilado con demasiada facilidad los deseos e intereses que los que nos gobiernan publicitan. El fin de la racionalidad está más cerca y eso se evidencia en cualquier imagen que cada uno de nosotros podamos extraer en cualquier situación cotidiana de nuestras vidas. Si miráis alrededor, encontraréis un grupo ilimitado de gente que viste igual, si indagáis en sus conversaciones descubriréis que la mayoría trata temas superfluos e iguales, si osarais hacer preguntas comprobariaís que las opiniones de unos y otros distan más bien poco y así todo.

Han tratado de enseñarnos a no pensar; no hay más que ver el telediario para ver que el 80%de las noticias son verdades a medias dirigidas exclusivamente a atemorizar a la población. Tenemos miedo a los árabes, a la gripe A, al cambio climático, a la guerra, a los bancos, a la economía, al paro, la crisis, a acabar solos... y la solución nunca está en nuestras manos. Otros deciden y nosotros acatamos. Paulatinamente se reducen nuestros derechos y nuestras ganas de asociarnos, porque el egoísmo es un supuesto que nos han impuesto. Todos tenemos un precio, todos tenemos algo que ocultar, un pie del que cojeamos... y ellos lo saben y es con lo que juegan.

Y sino, preguntaros porque los niños de hoy en día se ponen tantas veces enfermos, porque tantas vacunas, tantos viruses extraños; porque ese afán de hipotecarnos (el medio más evidente de control), porqué el espionaje de la Cía, la KGB, Telefónica y todos los que poseen nuestros datos personales sin que ninguno de nosotros se los haya dado expresamente... Indagar o investigar lo que sucedió con los gobiernos de latinoamérica en los años 70, o quien promovió los ataques de Anthrax de 2001 en Estados Unidos, o el porqué de las guerras de Korea, Vietnam, Irak o Afganistán.

Es lógico que dudemos y nos extrañemos; tampoco el Watergate era verosimil, nadie creía que la operación blancanieves, o la MK Ultra, o la Ajax fueran posibles, pero lo fueron. Y si hace 50años la CÍA ya trataba de buscar métodos para controlar la mente de la población, hasta donde creéis que han podido llegar ahora.

Yo estoy convencido... no necesito pruebas. Me basta con salir y ver como todo el mundo baila al ritmo de Lady Gaga, o nadie se sabe divertir sin un vaso de cubata en la mano, o visitando el baño, al menos una vez por bar, como dejamos de fumar en las tabernas (porque es lo que dice la ley). Me basta con ver el seguimiento a pies juntillas de las modas, la marginación que sufre todo lo que resulta mínimamente diferente, la inculturización paulatina y extendida de las nuevas generaciones, la facebookdependencia, el bipartidismo, el recurso de esperar a saber lo que opina la mayoría para posicionarte, la necesidad de que la tele o internet ratifique tus consideraciones... lo dicho, demasiados datos que evidencian que la conspiración es algo más que una teoría endeble.

Pero claro, es sólo una teoría.

Pero por si no os convenzo, podéis escuchar el "échame a mi la culpa" de Albert Hammond.

Salu2

y nos vemos mañana.

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