ofendid@s o excitad@s

Estoy sorprendido...

Llevo unos cuantos meses escribiendo este diario. He tratado temas cotidianos, políticos, sentimentales, polémicos, etc. Y en 53post apenas he recibido halagos, críticas, análisis objetivos, sugerencias, posicionamientos; Lo cierto es que me da igual. No pretendo que me secundéis, no quiero erigirme precursor de nada, ni pretendo que alguien cree un club de fans de ésto; si por algo me gusta escribir es porque me da la posibilidad de hablar libremente y siempre desde el respeto, de las cosas que me ocurren. Y con esa misma libertad podéis vosotr@s leer, decir, opinar o no hacerlo. Hasta donde yo sabía, erais 20 o 30 l@s que alguna vez habíais leído mis reflexiones; pero por lo visto me equivocaba. Yo que recibo apenas 2 o 3 mensajes diarios, me he encontrado con mi móvil colapsado y la bandeja de entrada de mi msn saturada de mensajes sin leer.

Parece que lo de ayer ha calado hondo. Y lo cierto es que agradezco vuestro interés. No creía que tuviera la capacidad de agrupar a tantos de mis conocidos (y desconocidos) y mucho menos llegar a enfadaros o a excitaros más bien. Porque es curioso lo variopintas que han sido vuestras opiniones. Mientras unos os habéis sentido ofendidos u os ha dado vergüenza ajena o me habéis insultado sin ningún tipo de reparos: cabrón, cerdo, prepotente, egocéntrico (luego soy yo el exagerado), otros os habéis excitado, os habéis sentido representados o, simplemente, habéis entendido el carácter literario de lo que ayer escribí.

Odio justificarme y creo que no debería hacerlo. Pero es más fácil y barato escribir un post que responderos uno a uno a todos.

Bien...

Lo primero deciros que no era mi intención ofender a nadie; los que me conocéis sabéis perfectamente que odio airear mis intimidades y mucho más si éstas son sexuales y competen a una persona ajena a mí. No soy un prepotente, ni un chulo, ni un egocéntrico que farda de sus conquistas. Absolutamente nadie sabe con quien me acuesto, ni lo que hago cuando lo hago (valga la redundancia), ni lo que supone haberlo hecho; Odio la acepción rollo, porque es demasiado ambigua y me repele responder a preguntas de envidiosos tocapelotas, por lo que considero que lo más fácil es callarse y punto.

De hecho, no fue mía la idea de publicar lo que ayer leísteis. Lo escribí a consecuencia de un divertido desayuno en el que salió a relucir este blog. Mi afamada y desconocida "amante" se sintió intrigada, sacó su mac plateado y me dijo: "enseñámelo". Fui reticente, porque como he dicho, no soy egocéntrico. De hecho, creo que la mayoría de los que conocéis este blog es por el boca a boca, o porque habéis indagado o porque alguien os lo ha recomendado. Personalmente, la dirección se la he dado a 3 personas; los demás... no sé.

Bueno el caso es que ella insistió y yo no estaba para discutir; por lo que, al final accedí, di la vuelta al ordenador y ella procedió a leer mientras yo acababa mis tostadas con vino.

La verdad, se quedó bastante sorprendida y no creyó que yo fuera el autor de todo eso que estaba leyendo. Insistió con el cuestionario y tras retomar una profunda conversación que la noche anterior habíamos dejado a medias, preguntó: "y hoy ¿de qué vas a escribir?" y yo respondí, jocosamente, que lo más divertido que me había pasado ese día había sido conocerla.

Volvió a girar el Mac y me dijo: "adelante". Yo me reí y volví a negarme, pero ella se levantó y me retó: "vamos... no me creo que tu escribas ésto. Demuéstramelo".

Odio escribir mientras me observan o esperan a que termine. Pero accedí. Allí, con el plato de las tostadas apartado, la copa de vino a un costado del ordenador y todavía en calzoncillos.

Tenía 3 opciones: bloquearme, ser descriptivo y poco literario o ser soez, exagerado y mantener el toque jocoso con el que había transcurrido la mañana.

Como sabéis, elegí la tercera opción. Abrí la ventana de "creación de entradas", escribí y borré dos o tres frases, y, al final, decidí minimizar la ventana y abrir un documento nuevo del word donde escribí lo que todos tuvisteis ocasión de leer ayer. La primera ella.

Su crítica fue positiva. Supongo que estaba demasiado influido por la saturación de libros de Bret Easton Ellis que he devorado últimamente. Si lo hubiera escrito Henri Miller sería una obra de arte, pero partiendo de un aficionado, como yo, a algunos os resultó más bien basura.

Yo no lo pensé, era un documento de word en la pantalla del ordenador de la chica con la que me había enrollado la noche anterior. Por suerte, o por desgracia, le encantó, entendió el tono jocoso en el que lo había escrito, lo entendió porque había vivido en primera persona cada una de las exageraciones y de las omisiones conscientes que había retratado, se desternilló y tras poner una voz profunda y repetir varias veces: "eres muy bueno", tras ruborizarme... se sentó en mi regazo, me miró y me dijo... lo nuestro no va a ser un rollo cualquiera: "vamos a pasar a la posteridad", seleccionó todo el texto, lo copió, abrió la ventana minimizada, pegó lo escrito en la hoja en blanco de la creación de entradas y sin dudarlo pulsó el "publicar entrada" de la parte inferior izquierda de la pantalla. "Estás loca" le dije. Y ella contestó: "¿te acuerdas la conversación que tuvimos ayer sobre lo que es un rollo? ahora el mundo entero tiene un caso práctico al alcance de un simple clic". La protagonista soy yo, pero podría ser cualquiera, y hoy, mis amigas no van a mediatizar mi sexualidad, no van a musitar que soy una puta (curioso que las únicas que lo hayan insinuado hayan sido mujeres, con toda la fama que luego tenemos nosotros), ni voy a tenerme que justificar por haber acabado aquí contigo. Nadie lo sabe, y posiblemente no volvamos a vernos. Pero ha sido divertido y no me arrepiento, y no tengo porque hacerlo, ni tú tampoco. Eso es un rollo." Y yo estoy de acuerdo. Cuando sales, no lo haces buscando sexo. No es algo imprescindible pero es una buena manera de poner fin a una noche de diversión.

No me vengáis con cuentos de abuelas, llamándome guarro y justificando en mi virilidad lo que ayer os pudo ofender. Simplemente conté lo que otros no se atreven. Exageré, sí, y fui más soez de lo que debería. Pero ¿en qué pensáis vosotros cuando alargáis la noche y acabáis en un antro inmundo? ¿qué buscáis? ¿acaso creeis que los que se acuestan con vosotros no quieren una felación, o que seáis por un momento sus esclavos sexuales, o que ojalá supieran traducir lo que estáis pensando en ese preciso momento? no me jodais, tod@s tenemos nuestras particulares rarezas.

He tenido un verano extraño y bastante prolífico. Y mi experiencia y todo lo que he escuchado me dejan claro que cuando uno practica sexo olvida su humanidad y da rienda suelta a su instinto animal. Que luego os ofende leerlo, que os queréis engañar negando que no sois vosotras las que disfrutáis poniéndoos a 4patas, las que no se masturban imaginando situaciones de sometimiento incluso violaciones por el simple hecho de que os da morbo, las que no acercan la cabeza de vuestros amantes a vuestra entrepierna salvajemente, como si sentir una lengua y unos labios, y unos dedos... no fueran suficiente. Las que no piensan en la parte sexual cuando valoráis la conexión con vuestras parejas...

Yaaaaaaaa, el sexo no importa. Los tíos son unos salidos. Dan pena y vergüenza ajena. Dan asco. Son unos cabrones... yo el primero; pero luego acabamos con ésos a los que tanto os gusta criticar. Claro, ell@s son diferentes, o igual es que no lo habláis, no preguntáis o simplemente os da miedo lo que puedan pensar o responder. Quizá porque vosotros también pensáis más o menos igual, porque también vosotr@s habéis acudido desesperadamente al sexo cibernético, al badoo, a entrar a todo ser viviente con patas. También a vosotros os ha picado la entrepierna y habéis cometido locuras, y os habéis calentado, y habéis puesto los cuernos, o visitado un sexshop u ojeado el kamasutra... pero si queréis pensar o juzgar que mi lividez es exclusiva, que mi soecidad no es digna de este blog o de vuestros inacostumbrados ojos lectores... ok. Como os he dicho sois libres. Pero me extraña que el primer tema, de todos los que he tratado, que os haya excitado haya sido, precisamente, éste.

Pero lo respeto. También, por suerte, vosotr@s, sois libres de hacer, pensar y decir lo que os apetezca. Como he dicho a lo largo de este texto, siento lo que os haya podido ofender; pero mi texto de ayer era un escrito irónico plagado de hipérboles que yo escribí cariñosamente para alguien que, posiblemente, no vuelva a ver.

Una pena.

Feliz lunes a tod@s. Si queréis mejorarlo podéis escuchar el "otra vez" de Nudozurdo o el "Light my fire" de los doors; el greates hits de Lenny Kravitz. Podeis leer el "luna park" de Easton Ellis... o no sé, hablar con vuestra pareja sobre lo que realmente os apetece.

Salu2

y si todavía os apetece... mañana nos vemos.

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