Fumar es un placer... prohibido

Superado el tema amoroso;

Hoy vuelvo a meterme con nuestros queridos políticos;

Esta vez: por la nueva ley antitabaco que han aprobado. Que conste que no fumo; pero no creo en las prohibiciones; tal como yo lo veo es sólo un segundo paso (el primero fue el miedo infundido por la crisis y las consiguientes reducciones de sueldo a muchos de los ciudadanos, y la privación de un puesto de trabajo a otros tantos). No sé quien lo dijo pero el "prohibido prohibir" no es un mal lema, y más para los que fomentan la libertad, la democracia y muchas otras palabritas que suenan muy bien, pero según parece pierden su significado dependiendo de la boca que las pronuncian o el momento que eligen para hacerlo.

Y , por cierto, que lo prohibido resulta atrayente, así que deberían tener cuidado, porque a lo mejor consiguen el resultado contrario al que esperan con esta medida.

Entiendo que el humo del tabaco molesta cuando estás tratando de degustar un cubata, un buen plato de algo exquisito... que moleste a los niños, o que provoque enfermedades pulmonares a personas que, como yo, no fuman. Pero al aire libre... no se puede... ¿a quién molesta que en mi mesa, en alguna terraza, mi madre, mi novia o uno de mis amigos mate sus nervios dándole unas caladas a un pitillo? ¿quién es el gobierno para prohibir que mi pareja se fume un piti después de quedarse a gusto (o eso me gustaría pensar) aplacando la llamada de su libido? ¿por qué privar a un padre o abuelo el placer de fumar mientras observa a su hijo/nieto jugando en el parque? ¿qué lo diferencia de observar a 22 matados detrás de un balón en un campo de fútbol? y lo más irónico ¿no es curioso que en los sitios donde se priva de libertad a la gente (la cárcel y los psiquiátricos) no se prohiba fumar? ¿y por qué el 2 de enero? puestos a montar el pollo, que más da que sea en noche vieja u hoy mismo.

Me impresiona que después de tanta lucha por la libertad, después de tanta cruzada por hacer lo que queramos, donde queramos... nos quiten el humo, los toros, la posibilidad de decidir si quiero o no fumarme un porro, echarme un polvo o meterme algo que me evada de esta realidad.

Agradezco la buena intención de satisfacer a someliers y paladares finos. Agradeceré no llegar a casa los sábados con olor a "choto"; pero hombre, puestos a prohibir, no estaría demás que le prohibieran a los gobernantes decidir.

Pero ¿quién soy yo para decir nada?

Os recomendaría el "fumando espero" de la Montiel; pero puestos a airearnos, o a mejorar el ambiente contaminado de hoy... (para irónicos... yo) podéis poneros una de "air" un excelente grupo francés (con lo de moda que está ese país estos días) electrónico; para fumar a gusto.

Salu2

y nos vemos mañana;

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