generalizaciones...

Odio las generalizaciones... y si de algo me siento orgulloso es de que cuando viajo la gente es incapaz de etiquetarme, nadie sabe si soy vasco, inglés, alemán o de vallecas; de hecho me encanta simular que soy un poco de todo y acoplarme a lo que veo a mi alrededor; de experimentar siempre se aprende algo y dos días entre alemanes desmadrados dan para mucho; Ves que la fama de borrachos que tienen no se corresponde con la realidad y que cualquiera de mi entorno sería capaz de tumbarlos a la mínima. Por no hablar del humor que se les pone; tan serios son, que sólo saben reírse de si mismos; ridiculizarse marcando panza o quitándose la camiseta es la forma que tienen de hacer humor; nada de chistes, ni de soltar parrafadas de situaciones cómicas... basta con distorsionar el acento, gritar ¡viva España! o cosas similares y dar tumbos para que quienes lo rodean se partan la caja.
¿y estos van a levantar europa? piensas;

No, los choministas ingleses; que más de lo mismo; estos tienen más aguante, pero como en vez de cañas se jartan a pintas, pues lo que hacen es acelerar la llegada del estado insoportable; Su pedo es similar al de los caseros vascos; lejos de sonreír y buscar complicidad, íntentan meterse con lo que les rodea, empujar a amigos y desconocidos a ver si alguien tiene las mismas ganas de bronca que ellos; aunque la suerte es que estamos lejos de sus casas y acaban conformándose con subirse en una mesa a cantar alguna canción típica de esas que tienen, no sea que les detengan y con lo lentas que van las cosas de palacio...

Si buscas españoles , también es fácil: Son los transformer...
Esos que sentados en una mesa con el bañador más hortera de la piscina o del paseo, sin camiseta, unos por falta de complejos y otros para enseñar las consecuencias de una operación bikini que empezó hace 9meses y que con dos cervezas más pasará a mejor vida, menean el vaso como nerviosos para que el contenido de los mismos les haga efecto, pero ¡qué malo es estar acostumbrado al sol y a la cruzcampo! el pedo tarda en llegar, pero se ponen farrucos y llega la transformación: Se levantan y van donde la alemana buenorra de turno con el ¡guapa! ahhh no ¡onderful! y el consiguiente gesto de tú y yo... pero la alemana prefiere una buena salchicha o Hamburguesa, para que no penséis mal, y el español, como está borracho, persiste hasta que la siguiente cerveza le impide distinguir a Frida de Vanessa, y se pone a cantar sevillanas, jotas, un chotis o el asturias patria querida; como si fuera el arma de cortejo infalible que todos guardamos para el final. Evidentemente, a lo más que llegan es a que el camarero o el marido de alguna les llame la atención o en su defento le meta una buena hostia; Y como ninguna entiende los burdos piropos que sueltan... pues acaban pensando que como su tierra no hay nada, y vuelven donde sus mujeres, o llaman por teléfono buscando la complicidad que allí no encuentran.
El francés pasa de todo; está allí pero disimula con un libro o jodiendo al camarero pidiendo un vino en lugar de la cerveza que beben los demás; ya sabéis, siempre tratando de hacerse notar...
No como los catalanes... que gritan desde el fondo; criticando tot: "con lo que cuesta" y aquí siempre es lo mismo; y nos ponen los Beatles en vez de Serrat... !hay que joderse! y claro tot en catalá, no vayan a pensar que formo parte de la fauna hispánica; que yo soy comedido y Perpignac es catalán, que no francés, aunque tanto monta, monta tanto; Para listos... otra cosa es la inteligencia, pero el paripé lo hacen de puta madre;
Y como no.. los vascos que están en todas partes... si estuviéramos en la edad media... la fama de conquistadores o colonizadores en vez de los venecianos, portugueses... la tendrían los vascos; porque ¿en que piscina no se ve una camiseta de la Real o del Athletic...? una mesa separada del jaleo con conversación escasa y observación incesante... sí hay están: sin txapela, pero enrojecidos cual guiri que pisa por primera vez la playa; independientes pero cordiales; y si alguien no tiene para pagar... hay está su cartera como buen descendiente de txikitero; con el vaso lleno sólo vaciable si es retado a engullir de trago el contenido; kalimotxo, si es muy puñetero, y lo de todos; si es el típico condescendiente.
Vamos... que ni bañador hortera, ni camiseta de la Real, el pedo comedido, y si hay que subirse a cantar Abba, bien, pero nada de broncas, ni de hacer de la mesa del bar de turno un escenario para gogós aficionados;
De vacaciones, hay que perder el DNI, como hizo mi hermano, y si entras en un bar de alemanes, que no se note: yo, del St Pauli de toda la vida; en una tavern: one Guinnes please. Si sacan tapa, te la comes aunque sean los mocos de la sepia; y así todo; que para ser de donde eres ya tienes el resto del año.
Ahhh, y por cierto, se me olvidaban los holandeses; tan evolucionados con su homosexualidad normalizada y sus drogas blandas legalizadas...
los peores; a donde vayan... no los verás fuera de su grupo, no sea que se contagien y se les olvide a que sabe el queso de bola. Y es que desde que tocamos en la playa de Zarautz y de 100 neerlandeses o neardentales, ni uno sólo se dignó a mirar para atrás a ver que pasaba, o qué era el horrible ruido que sonaba; cuando los vi comer a todos la misma pizza, y a ceñirse al guión de hacer surf, o al horario que marcaba estrictamente el organizador del evento... ya no los admiro ni los envidio.
Y nada, sigo odiando las generalizaciones; y lo bueno de las masas es que siempre hay excepciones. Pero es lo que pasa en las vacaciones, uno observa y de tanto ver que las cosas se repiten... acaba partiéndose el culo, que es lo único que te queda viendo el percal.

Y como estoy generoso hoy os propongo dos temitas:
1. Iwish I was a boy (Dynamo)
2. Bentley gonna sort you out! (Bentley rhythm ace)

Disfrutadlos!!!

Saludos
y mañana hablamos...

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