Creídos...

Hoy he respondido en otro blogg una reflexión sobre esos que tras 10años de "matrimonio" están hasta los huevos de sus parejas...

Hola!

A lo mejor si todo lo que decís aquí se lo dijerais a vuestr@s respectiv@s os daría menos miedo dar el salto. Si algo he aprendido en mi corta vida es que el amor no tiene memoria, que importa bien poco lo feliz que hayas podido ser si en un momento dado, por lo que sea, la pasión, la complicidad y la comprensión desaparecen.

Pero me parece ridículo hacerte a los 10años de relación las preguntas que debiste hacerte al principio. Por si no lo sabéis: los príncipes azules no existen. Como humanos que somos, de momento, tenemos la suerte de ser libres para elegir, exigir, dialogar y juzgar. Y muchos de los que ahora se cansan, o no son felices, criticaban a sus amigos “solteros” hace no demasiado tiempo ¿o me equivoco?

Y por último, somos exigentes por naturaleza y un poco creídos, porque pensamos que son los otros los que han frenado nuestra evolución, cuando igual hemos sido nosotros los que hemos decidido ser como somos, o acomodarnos, o “simbiotizar” nuestros actos y nuestros destinos.

Unos se cansan de buscar con 18, otros empiezan a rastrear con 40 y otros nunca llegan a encontrar lo que quieren…. o como me gusta decir a mí: dime a lo que aspiras y te diré lo feliz que puedes ser.

Y otra opinión de Leyre, que me ha calado...

Leyendo todos estos comentarios que cada uno es su estilo son muy interesantes. Yo llego ala conclusion de que somos inconformistas por natulareza y hasta que no cambiemos esa forma de pensar no seremos felices con lo que tenemos , porque siempre queremos o vemos en lo de alado lo que querriamos para nosostros y eso no puede ser …quedarte con lo tuyo y saberlo valorar es lo mejor.

Guau!!!

He mentido cuando he dicho que no creo en los príncipes azules... vosotros sabéis que mi vida es un cuento de hadas y éso incluye hadas, gnomos, pócimas mágicas, purpurina, amor, besos de película y  demás;  pero éso ell@s no tienen por que saberlo.

Pero me ponen enfermo los que olvidan el amor pasado, los que engañan (o se engañan) y los que se escudan en la crítica a los demás para no asumir sus propios errores. Nosotros decidimos qué camino tomamos, pero no hay porque ir quemando lo que ya no nos conviene, ni olvidar las cosas, ni siquiera cuando han sido horribles.

El mundo necesita una dosis de ternura y, al menos, una satisfacción compartida por muchos.


Salu2

Y nos vemos mañana.

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