Blue monday

Amo el mundo a pesar de sus errores y de los defectos que los que lo habitamos tenemos.

Los cambios son buenos... siempre. Muchos nos rasgamos las vestiduras y no salimos de nuestro asombro al ver los resultados de la noche electoral. Yo no soy un analista político y tengo mis convicciones sociales demasiado desarrolladas para aceptar gran parte de las medidas que, seguramente, llegarán en breve. Pero tampoco me gusta especular y, a pesar del pesimismo generalizado, somos nosotros los que construimos nuestro futuro. Y nuestra vida poco va a cambiar estando uno u otro al frente del Gobierno. Si sus medidas nos benefician: muchos callarán, y si nos perjudican siempre estáis a tiempo para acompañarme en la lucha por los derechos y las libertades que, paulatinamente, irá incendiando las calles.

Y aunque los resultados de ayer digan lo contrario, sigo pensando que los indignados somos mayoría absoluta, y que, seguramente, seremos más a medida que los meses vayan pasando. Probablemente, muchos de los que ayer votaron al PP compartirán intenciones conmigo. Pero no quiero ser crítico hoy. Respeto las celebraciones de la parte azul de España y prefiero que el tiempo sea quien me dé o me quite la razón.

De momento, prefiero quedarme con la pluralidad de partidos, ideologías  y colores que vamos a encontrar en el Parlamento a partir del 13 de Diciembre: del regreso de Izquierda Unida, de la versión democrática (espero) de la izquierda abertzale, de los tonos fuxias, el nacionalismo, de Compromis e incluso del castigo que los votantes le han impuesto al PSOE. Espero que se renueven y no vuelvan a renunciar nunca a sus principios ideológicos (la "S" y la "O" de sus siglas).



Salu2

Y nos vemos mañana.

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