Un brindis de domingo

La cabezonería sigue de moda... pero bueno, mi final de semana ha sido como un capítulo de House: Tags, resonancias, un cateterismo y más pastillas que en un guateque de Ibiza. Evidentemente yo no era el paciente, pero ver que la realidad siempre supera a la ficción da que pensar. Quizá por éso, añorando el éxtasis del fin de semana pasado me di un festín de pintxos, de cervezas y cubatas para celebrar que "el salto" ya está dado.

Añoro el buen rollo del Sonorama, y supongo que el Ebrovisión queda lejos. Puede que encuentre consuelo en las bodas de este mes, en los conciertos (los propios y los ajenos), en Fiesta vasca, en la rutina habitual de los viernes, en los vermouths que me voy a tomar dentro de un rato... mis prismáticos no dan más de si y con los pies en el suelo se vive mejor. Pero es una suerte que me dure la sonrisa boba y el ritmo pop en el cuerpo ahora que la rutina ha devuelto a mi vida las caras rancias y la mala educación. Hace dos semanas hubiera despotricado, o incluso, me hubiera deprimido un poco; pero ya no. Los negativos de mis fotos se han revelado y ahora los tonos sepia han enterrado los negros y los grises.

Así que, lo dicho: vermouth fresquito contra la monotonía y la cabezonería. Brindo por vosotr@s y por la diversión a ritmo de Jonn vs...

Salu2

y nos vemos mañana.

1 comentarios:

  1. Que poquito nos gusta a veces lo q tenemos alrededor. Pero hay q continuar creyendo en el prójimo. Creo q después d leer esto voy a ponerme "mi realidad" de los Lori. Bss pacientes

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