33º+

Al final va a ser verdad que es complicado dormir con más de 25º. Pero puestos a ser positivos, aproveché el insomnio para reflexionar sobre esta vorágine vital que a veces nos supera.

Mientras Ghadafi, el valiente, se esconde, y el Papa deja tras de si un reguero de mierda y una conclusión egoísta: "es imposible encontrar a Cristo sin la Iglesia", ¡claro!... mi mente deambula en una reflexión basada en dos palabras: prójimo y caridad. Nada que ver con el cristianismo, al menos, no con el que trata de vendernos el Vaticano.

La grandilocuencia le sirve a los que tienen déficit de autoestima o a los que buscan un reconocimiento a la mediocridad. Los modestos, en cambio, nos conformamos con una simple razón para seguir pensando, y si ese pensamiento es positivo: mejor que mejor.

Es verdad que el mundo no es tan perfecto como debería ser, que es injusto, que en ocasiones tiene la potestad de martirizarnos y arrugarnos a más no poder. Seguramente por eso, es importante centrarse en las cosas que te satisfacen o te provocan cierta alegría. El cinismo y la ironía en las dosis adecuadas está bien, es necesario enfadarse, saber controlar y desplegar la ira que acumulamos, soltar lo bueno, lo malo, guarecerse del diluvio o mojarse. Pero lo más importante es controlar el rumbo y saber a que norte aspiramos y el esfuerzo que nos va a requerir llegar a él.

Hay una escena de Karate Kid, en la que el Maestro le manda a Daniel Sun a por un Bonsai a un precipicio, le ata una cuerda y le dice: trae ése, el que está más lejos e inaccesible. Casi se mata por cogerlo y mi borroso recuerdo  de la película me dice que el bonsai no era el más bonito, ni el más grande... pero sí el más inaccesible. Tod@s tenemos una cualidad que nos define y nos diferencia de los demás. Hace unos meses ironicé sobre la cantidad de etiquetas que me habían colocado en 3 días, la gracia que me hacían algunas y la extraña capacidad de juzgar erróneamente que tienen algun@s. Como decía Françoise de la Rochefoucauld: "nunca somos tan felices o infelices como pensamos" y si no lo sabemos nosotros, que coño van a saber los demás...

Hay tres frases esclarecedoras que , posiblemente, sean más efectivas que todos los capítulos de la Biblia, la que se han pasado leyendo 3 días en Madrid, y la que cada día escribimos cada ser humano en nuestra mente:
  • Para que pueda surgir lo posible es preciso intentar una y otra vez lo imposible (Hemann Hesse)
  • Felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces está en armonía (Ghandi)
  • Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace. (Jean Paul Sartre)
La teoría está bien. Y como base me ha traído grandes satisfacciones y decepciones, claro. El poder de la compensación es tal, que a parte de la necesidad de respirar hay que asumir que el Ging y el Gang forman parte de nuestra vida. Lo que elijamos nos define, quien nos acompañe en esa elección, nos determina, también, y la certeza de esa decisión es la realidad del adjetivo que quizá con la perspectiva que dan los años: encontraremos.

Hasta entonces, me quedo escuchando "felicidad" ¡qué bonito nombre tienes!

Salu2

y nos vemos mañana.

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