Lenta consumición

El mundo daba vueltas y las estrellas relucían en el suelo. La línea recta era una utopía, perderse era una opción y el regusto amargo de los restos de cerveza ingeridos hacían que mis alaridos silenciosos coparan las ondas que flotan en un barrio apagado en mitad de la noche.

Sonrisa perpetua intercediendo en el supuesto bajón. Los tiempos dorados dieron paso a esta crisis circunstancial. Podríamos ponernos a llorar o aprender que la "caza de brujas" ha concluido. Y es que cuando uno no tiene casi nada valora más las nimiedades que pasan desapercibidas cuando tienes demasiadas cosas. La reconstrucción puede resultar divertida. Empezar de cero me motiva, y minucias como el donde, el cuando o el con quien han perdido relevancia.

La gesticulación exagerada puede engañarte. Los buenos actores y los grandes músicos copan las esquinas de las ciudades. Los créditos del final apenas mencionan tu aportación, el creador se vuelve secundario, el maquillaje puede disimular tus defectos y puede, incluso, que con la tontería dejes, por fin, de aspirar a vestirte de blanco.

Calamitoso es un adjetivo demasiado cruel. Demasiados globos de colores a mi alrededor. La expedición está organizada, quien la lidere importa, más bien, poco. Si tuviera facebook, muchos pulsarían el "me gusta" pero pocos se dignarían a comentarlo. 

Y el desagradable pitido del despertador te devuelve a la realidad. En un lado de la balanza el brillo dorado de tus tesoros, al otro lado restos de vómito y un par de páginas arrancadas del libro que cuenta tu futuro. En la mitad, una botella de buen vino, una cuña de queso de cabra, una hogaza de pan ¿para qué más? el segundo plato está en el horno; su olor te distrae... tu paladar de gourmet ansía relativizar los sabores. De postre helado de café, chocolate y avellana; Y para la sobremesa una conversación interesante, un café que podría abrasar tus labios, tu lengua, tu paladar y tu garganta.

Veneraremos a los ausentes. Citaremos a los grandes maestros y filósofos. Nos apropiaremos de sus ideas, de sus lecciones; Ganaremos entereza, nos creeremos mucho más de lo que, en realidad, somos y enderezaremos lo que otros torcieron, sin perder la perspectiva, con los pies en el suelo, sin necesidad de traductores, sin interpretadores, sin notables ni suspensos, pero con suspense... palabras medidas, puestos en situación, tomen asiento y dejense contagiar por la ilusión.

Lo enorme y lo descomunal se volverán inherentes. Las bestias serán efímeros príncipes azules, las calabazas elegantes limusinas, los fantasmas se esfumarán de una vez. No habrá escollos con los que tropezar, ni temores escondidos tras la siguiente puerta entreabierta. La convicción enterrará los restos de dudas que nos queden.

Puedes aspirar a lo que crees que puedes tener... tendrás sosiego mientras te sigues consumiendo lentamente creyendo que sigues siendo inmune, que nada puede quemarte, que nadie puede joderte, que todo es mucho más sencillo de lo que parece...

Grita y sino desaparece...

Más que interesante "el alpinista de los sueños", o el tributo a Antonio Vega que me he comprado esta mañana.

Salu2

y nos vemos mañana.

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