Afecto censurado

Al final, Paquito va a tener razón: soy un moñas...

Todavía estoy limpiándome las lágrimas tras ver "cinema paradiso" y con la emoción he echado de menos un hombro sobre el que apoyarme en esos momentos de debilidad. El "sólo hablarán de nosotros cuando hayamos muerto" me persigue, quizá por éso me identifico fácilmente con personajes como Totó, porque hace tiempo me di cuenta de que no iba a ser profeta en mi tierra, pero salir del pesebre que te vio nacer sólo te deja un poso de relativa soledad mezclada con nostalgia... y desgraciadamente, tratar de ser positivo no es suficiente para contrarrestar un mal tan extendido;

Los reveses forman parte del guión y asumirlo no es más que un paso para poder digerir el poso que te dejan. Tengo la suerte de tener una vía de escape llamada música que me agasaja cuando lo necesito, pero no me abraza. Y no me importaría si la crueldad ajena no entrara en escena. Pero hay demasiado amargado suelto por el mundo. Por suerte, tengo una familia estupenda, gentucilla que siempre está dispuesta a acompañarme en mis payasadas nocturnas y algún que otro amigo (pocos pero buenos) lo que hace que mi transitar por la vida sea ameno y, en ocasiones, hasta envidiablemente divertido.

No soy tan fuerte como algunos piensan y odio ver como algunos aprovechan cuando bajo la guardia para infectar las heridas que el tiempo, inevitablemente, ha ido abriendo. Pero supongo que lo más fácil es asumir que no todo en la vida es admirable, que las decepciones están por ahí esperando ser encontradas y que rendirse no es más que una manera de reconocer que los pesimistas tenían razón... cosa que, aunque me cueste la vida, no estoy dispuesto a admitir.

Me entristece sentirme solo en esta cruzada kamikace contra el egoísmo generalizado. Pero por si alguien lo dudaba: me encantan mis defectos, simplemente, porque  forman parte de mí, quizá por éso tengo que perfeccionar mi método de autoabrazo, o quizá baste con vaciar una parte de la agenda del móvil o aprender a decir "no" a quien nunca dice "sí".

Supongo que la empatía me ha vuelto hipersensible, pero siempre he creído que como dijo Anatole France:
"Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia". Quizá por éso sigo aspirando a tener un final tan perfecto como el de "cinema paradiso".



Por lo visto, soñar sigue siendo gratis...

Salu2

Y nos vemos...

0 comentarios:

Publicar un comentario