Parte de un todo.

Tengo que salir más...

Me pitan los oídos, pero no me importa. Exponer y "braimstormizar" imprevisiblemente hace que las críticas de los que nunca se mojan, fluyan. Por suerte, me he acostumbrado y he aprendido mucho de los debates que mis opiniones han generado. Poner en común tu irascibilidad y tu lado más radical ayuda a desacomplejar, a base de ayuda ajena, claro, tus debilidades y a transformar tu grado de crítica valorando el punto constructivo que la inteligencia de los que te juzgan te aporta.

Por éso debe relajar tanto echarte un vino/cerveza con alguien que te aprecia... porque hasta en los peores momentos tienes algo que celebrar, razones por las que brindar y cositas de las que hablar abiertamente. Lo bueno de la crisis es que encarece el futuro y nos evita ensoñar tonterías partiendo de la base de que, ni siquiera, sabemos lo que haremos, o dónde estaremos mañana.

Irreversiblemente, Nos vemos abocados a buscar en la socialización el punto de evasión y el consuelo que la realidad no nos puede dar. Necesitamos desconectar, hacer piña, desvirtualizar la crisis y entender que la vida es un deporte de equipo; mientras tanto podemos seguir quejándonos, dando rienda suelta  al pesimismo generalizado... y comprobar que la culpa es nuestra, de nadie más. Por éso, por mucho que nos gusten las gestas individuales, o los premios a nuestro ego, necesitamos a los demás para no caer en la tentación de ser pesimistas. Como diría Amaral "sin ti no soy nada", ya sea porque necesito copiarte, necesito que me halagues, que reafirmes lo que pienso, etc.

Yo soy, en parte, lo que los demás me aportan...


Salu2

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