15O

Salgáis o no a la calle, os manifesteis o no... hoy es un buen día para empezar a reconstruír el mundo;

La salvación, si la hay, está en nuestras manos. Y si queremos que la siguiente estación sea un invierno soleado, necesitamos aportar nuestro granito de arena oponiéndonos radicalmente a  la situación que nos han impuesto y mostrando nuestro descontento, de la mejor manera que sepamos (y podamos), contra esta histeria generalizada que ha arramplado con todos los derechos por los que nuestros padres y abuelos, en su día, lucharon. Hoy nos toca a nosotros y no hay programa de televisión, cubata o partido de fútbol que merezca más la pena que el sueño que nos pretenden arrebatar y por el que ha llegado la hora de luchar.

El miedo es un traje que no nos pega. Se han empeñado en adjetivarnos negativamente, llamarnos borrachos, vagos, estúpidos... y lo malo, es que han conseguido que muchos crean que, realmente, no sirven para nada. Y no, hoy tenemos la oportunidad de tomar las riendas de la situación, poner voz y compartir (o vivir) todo el sufrimiento que esta situación nos genera. 

Es hora de creer, de positivizar, de avanzar y de luchar por lo que creemos justo. Callar ya no es una opción, toca mojarse. Y con pancarta o sin ella, sea cual sea la consigna, debemos "remoralizar" este mundo y recuperar el control, que bancos y gobiernos analfabetos nos ha arrebatado con su notable incompetencia. Si no lo haces por ti, hazlo por mí, por ése amigo que no tiene donde caerse muerto, por la pensión que nunca tendrás, por lo que te va a costar ponerte enfermo cuando la sanidad ya no sea pública, por la ignorancia con la que pretenden "educarnos", por tus hijos, sobrinos, nietos, hermanos... por los 5millones que engrosan la negra lista a la que, al pasos que vamos, todos nos veremos abocados. Por el sindicalismo de pega que no merecemos, porque te da rabia tener un jefe tan hijo de puta, porque no sabes a quien votar (y no porque no tengas principios), porque tengas lo que tengas: mereces mucho más, por tu hipoteca desorbitada, por el IVA y demás impuestos exagerados, por las prohibiciones, porque te cagarías en la mayoría de constructores, los especuladores, los banqueros, los políticos y los "prejubilados públicos", porque ya no  te pagan las horas extras, porque tus amigos te han puesto un millón de veces la escusa de que no hay dinero para salir, por todas las veces que te has sentido insultado, menospreciado y ninguneado, por tu decreciente nivel de vida,  por comprobar que no eres el único, o , simplemente, porque necesitas demostrar que la  esperanza, las ganas y los sueños por cumplir que nos quedan, es lo único que, hagan lo que hagan, no nos pueden arrebatar.

Hoy, y siempre, queda prohibido levantarse sin ilusiones, vestirse sin esperanzas, salir a la calle sin fe...

Salu2

y nos vemos en la calle;