Sol.

Tengo resaca de esperanza... Mientras much@s tomaban el sol o se quejaban de que no tenían un bar abierto en el que tomar café, otr@s renovábamos nuestras convicciones departiendo afablemente sobre este sombrío presente que no nos convence.

La lucha no ha hecho más que empezar, y quizá los quejicas de barra se vayan concienciando de que los tiempos en los que nos daban todo hecho han terminado y para derrocar la tiranía de los gobernantes sin escrúpulos hay que movilizarse, enterrar muchos de nuestros egoísmos y luchar por lo que creemos justo, por los derechos que heredamos porque nuestros padres los pelearon antes y porque el futuro que nos quede sea digno y eluda la esclavitud a la que peperos, empresarios cabrones y banqueros repelentes pretenden condenarnos.

Yo no soy quien para hacer un alegato de las libertades, no sé guiar conciencias, no creo en sindicalismos separatistas, ni en la falta de diálogo que muchos quieren instaurar. El camino a la felicidad parte de un ceda al paso de conciencias en el que la espera es sólo una forma de aprender lo que nos gustaría ser. Y si hay algo evidente, es que si nos parecieramos a lo que imaginamos la vida sería más fácil y productiva y, ni siquiera, los escollos que nos pongan podrían amedrentar las ganas que tenemos de cambiar la graduación del termómetro  que mide hasta donde queremos y podemos llegar.

Podéis quedaros con los datos subjetivos de los informativos, con las tertulias insustanciales, con la visión parcial que cada uno tiene... o podéis compartir vuestro grano de sabiduría y hacer del cerebro común y del compartir mínimos el medicamento ideal para salir de esta gripe duradera a la que los que mandan nos han condenado.

O también podéis seguir tomando el sol...



Salu2

y nos vemos.

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