La balsa...

Y, de repente, empieza a sonar esta canción y todo lo demás se convierte en algo superfluo e insignificante...

Puede que no ganemos el mundial, pero ganaremos segundos que no es poco...y mientras un escalofrío enternece la seudopiel de gallina que se nos va poniendo dejamos que el agua del grifo se vaya calentando y el vaho se apodera del reflejo distorsionado del espejo. El sujeto omitido de la frase sonríe, el predicado se alarga y cuando el sueño restablece la calma, la realidad, en forma de sonido de despertador, nos devuelve la gestualización espacial de la media sonrisa de los val´s de medianoche.

Es extraordinario despertar con la sensación de que es el primer día del resto de mi vida...


Me despido navegando...

0 comentarios:

Publicar un comentario