Dios...

Hacía mucho que no me pasaba por la Iglesia; Había olvidado lo banal que resultan esas esculturas superpuestas, esos dorados, esas cruces sobreiluminadas, esa solemnidad, ese miedo horrible de todos los viejos que presencian la representación, esa intransigencia envejecida, y la indisposición que te provoca presenciar tal esperpento, el odio relativo y la falta de respeto  por quien nunca tuvo la cortesía de escuchar a los demás o de ayudar a los que realmente necesitan ser rescatados.

Mis padres tuvieron la mala idea de mandarme a un colegio de curas; pasé 11años allí. Con 30compañeros (lo único bueno que saqué de allí), todos tíos, y el respeto autoimpuesto del temor que da la falta de piedad de quienes enmascaran tras la sotana la frustración de no ser más que predicadores de insensateces varias; Remilgados y gordos borrachos que hicieron de la blasfemia y el pecado una forma de vida; y es que alguien capaz de cruzarle la cara a un niño de apenas 8 años no merece el cielo, ni el paraíso por mucha castidad (que ya lo dudo viendo los casos que por fin se han aireado) y mucha vida contemplativa que haya decidido llevar;

La Iglesia es el mal endémico de la historia; ellos forman parte de todas las barbaridades acaecidas en el mundo, ellos que siempre se posicionan, por interés, en el lado del sol que más calienta y no tienen reparos en castigar, en quemar, en atemorizar a los menos avispados, en presentarnos un Dios vengativo, un infierno como posibilidad real... ellos que son capaces de aparecer al lado de Napoleones, Los  reyes medievales más crueles, los más explotadores y bárbaros, Hitler, Franco, Musolini... ellos, con su falso voto de pobreza colonizando la ignorancia de los que aún no han aprendido a pensar, pidiendo limosnas cuando tienen pasta de sobra para acabar con el hambre y la pobreza de todo el planeta, enfrentados a los que en vez de Dios, llaman Alá, Geová, Budha o Visnu al promotor de sus temores; ellos provocando el kaos y la guerra, incitando al gasto desmedido en comuniones, bautizos y bodas; ellos como influencia esclarecedora de las preguntas sin respuesta...

¿cuántas cosas nos ocultan? ¿cuántas veces nos han engañado? ¿cuántos errores sin reconocer? ¿cuánto evangelio apócrifo, manuscritos ocultos, "verdades oficiales", constancias de la vida de Jesús y María Magdalena, apariciones marianas, mecenazgos,  conspiraciones, asesinatos, intereses...? ¿Cuántos casos silenciados de maltratos, homosexualidad, abusos, crímenes indemnes? ¿cuánta oscuridad y secretismo? y ¿para qué?

Dios puede existir o no; cada uno es libre de creer en lo que quiera; No hay constancia de su existencia. Pero la necesidad lleva a muchos a recurrir a la fe para explicar lo irracional o inconcreto, para buscar ayuda, para no sentirse solo, o para tener esperanza cuando el final se acerca o lo palpable no consigue acabar con tu angustia.

Yo, sin ir más lejos, llamo Dios a todo lo inexplicable; y todo eso que ni la ciencia ni mi inteligencia pueden explicar forma parte de mi Biblia particular; Y creo que es un problema que el "intermediario" de ese Dios sea un decrépito con ideas anticuadas y que le rodeen lujuriosos y ostentosos gobernadores de las medias verdades, avariciosos capaces de cualquier cosa por ser nombrados Obispos o párrocos, Soberbios incapaces de reconocer la posibilidad de que se equivocan en algunas cosas, seguidores a pies juntillas de libros escritos hace más de 2.000 años... borrachos, hurones que visten de marca, maestros sin carrera, teólogos vagos, boxeadores frustrados, salidos que utilizan el secreto de confesión como atemorizador, recaudadores de limosnas, célibes de pacotilla, oradores de boquilla, salvadores sin recursos... Y sí, los habrá humildes, generosos, castos, pacientes, templados, diligentes y coherentes; pero yo, de momento no los he conocido.

Por eso, abogo por el aborto como derecho y por el anticonceptivo como elección personal, por el matrimonio homosexual, por la promiscuidad, por juzgar como merecen a los que cometen crímenes (sean o no curas), por cobrar impuestos dependiendo de las riquezas y bienes que tienes, por no donar más dinero a los que decoran las iglesias  con lo mejor de lo mejor, mientras los demás vamos al Ikea; defiendo que vivo en un estado aconfesional y que no debería haber símbolos religiosos de ningún tipo en lugares públicos, hago apología de la expropiación de los bienes que se robaron y creo que es hora de que sepamos toda la verdad, que se deberían descalificar los documentos esclarecedores del Vaticano; porque me parece que es la única manera que la milonga se esfume y las creencias, sean cuales sean, se respeten y no te cuesten la vida, ni el ninguneo, ni la ignorancia, ni Hostias (no consagradas, claro).

Para terminar, os recomiendo el "salve" de la Polla Records, alguna canción de Sidney O´Connor, el "jesus christ pose" de soundgarden, algo de Bad Religion y Black metal,  "jesus doesn't want me for a sunbeam" de Nirvana, "qué sabe Dios" de Reincidentes, "Jesucristo García" y  de Extremoduro y "en nombre de Dios" de Barricada.

Y una poesía que escribí hace unos años:

Dios.

Un mihrab

me mostrará el camino,

contemplaré

la bola de fuego

a través de tus dedos

y encontraré la salvación

en la dulce mirada

de Visnu.

Una cruz

entre las velas.

Vigilante y castigador,

Dios aprieta y ahoga,

se disfraza,

cambia de nombre…

y se deja representar

por los bárbaros contemporáneos.

Y divide

el mar en dos

mientras Mahoma aboga

por la Yihad,

y como si fueran diferentes,

hacen dos bandos,

y se matan, unos por la Biblia,

otros por el corán.

Y en medio,

los devotos

de la incertidumbre.

Mártires unos,

pecadores los otros,

ambos defensores

de una fe por la que hay que estar

dispuesto a morir.

Y tras la muerte,

el soldado ignorante,

se siente,

por un momento, hijo de Yavhé,

Shidarta es el portero

del Nirvana,

Mahoma lee

versículos del Corán.

Y los agnósticos

ascendemos abrazados

a nuestros hermanos cristianos,

a nuestros hermanos musulmanes,

a judíos y protestantes,

a ortodoxos y budistas.

Más allá de un nombre

o una procedencia,

hay un paraíso para todos,

pero, por desgracia,

después de muertos…

no seremos nada más que polvo.

Salu2

Id con Dios

y nos vemos mañana.