Rescatado de la nada...

Hace 8 años escribí una poesía que empezaba así: Rescatada de la nada, tan pequeña, tan suave, tan extremadamente sensible...

Entonces hablaba de Andrea, mi sobrina. Ayer a eso de las seis y media de la tarde nacía Elaia, la hija de Iga (ahora conocido como Iñigo) e Idoia; Desde aquí aprovecho para felicitarles. Y sí, iré a verla dentro de un rato. Si me dejan... porque entre que son padres primerizos y que las abuelas modernas son como son, veo complicado que me dejen hacer algo más que mirarla desde la distancia.

Yo siempre he tenido un instinto paternal relativamente marcado, pero, evidentemente, en el particular desastre que es mi vida no tiene cabida la posibilidad de procrear ahora mismo; Empiezo a pensar que acabaré siendo padre de adopción, soltero con carrito, o no sé... porque está claro que aunque mis coetáneas tienen las hormonas por las nubes, sin amor no hay nada que hacer; y ahora mismo me apetece bien poco desplastificar mi órgano vital con esperpéticas desconocidas.

Tengo tiempo... y muchas cosas que pensar; si soy padre algún día quiero tener la capacidad de educar como es debido a mis hij@s. Pero ya hablaremos de mis teorías pedagógicas, que es un tema que, por cierto, me enciende bastante. No hay más que darse una vuelta por cualquier plaza los domingos para ver lo que es ser un padre moderno... ¡da pena!

Pero bueno, felicidad para tod@s...

y hoy os recomiendo un clásico; Layla de mano lenta: Eric Clapton.

Salu2 y nos vemos mañana.

0 comentarios:

Publicar un comentario