Espero que me hayáis echado de menos...
Yo también me merecía unas vacaciones y es lo que he hecho, aunque según parece me he excedido en el tiempo entre otras muchas cosas. Pero, como siempre, todo ha merecido la pena.
Vengo cargado de temas y reflexiones, muy particulares (también como siempre), pero si queréis saberlas o leerlas, más bien, vais a tener que engancharos a mi particular serial, ja ja.
Y nada, como ando un pelín morboso últimamente voy a hacer del sexo una poesía algo pecaminosa; si os gusta la brusquedad y el lenguaje soez os podéis masturbar si todavía os queda un poco de lívido de sobra, e imaginación, claro:
5 segundos.
Falos merodeando
agujeros luminosos.
Excitación en capilares,
tendones bañados
en sangre.
Abre paso: que voy.
Dulces palabras desordenadas,
ambigüedad decolorada.
Entre el griterío
de mi testosterona
no escucho al romanticismo,
me guían mis hormonas.
Órganos fundidos
en un abrazo encajado.
Sujeto a la ambición
de volverlo a intentar,
el infierno se prende
debajo de las sábanas.
Y en cinco segundos,
susurros de banalidad.
En cinco segundos
la intensidad
se hace pasión
me asfixia la pasión.
Y no puedes saciar mi necesidad,
necesito sentirme pecaminoso,
no importa si mi entrepierna
puede sustentar o no
mi reputación,
puedo fingir, puedo chupar...
Y mis encantos
acrecentando la reciprocidad.
Entre corridas:
fusión de placer;
ni quiero,
ni puedo parar.
Supongo que la falta de amor (no sé porqué lo llamo así cuando, en realidad, quiero decir: sexo) es lo que me lleva a escribir ésto, pero es para que veáis que vuelvo con las pilas cargaditas...
En cuanto a la canción de hoy... se la voy a dedicar a mi convaleciente amor platónico; una causa astral pendiente... ya sabes: quizás tenga más suerte y me regalen otra vida en la que pueda conocerte con más detenimiento y pueda susurrarte mimando los detalles buscando los sabores... osea: Second y su "más suerte"; fiel descriptora de un futuro que se tornará proposición irrechazable.
0 comentarios:
Publicar un comentario