Poema en mitad de las obras

Como hoy he estado ocupadete, tiro de vagancia y de pasado.

Ambrosías.

Émulos Presentes.
La melancolía
me impela,
y haber salido ileso
de la bifurcación
de mis recaídas
me ha vuelto obstinado:
¡quiero vivir!

La vida
es una ciencia empírica.
La astucia
releva a lo imberbe
que, insaciable,
ve como se apagan
sus ígneos secretos
con redadas de resabio.

Enaltecido el absentismo,
lo propio
es un recinto cerrado,
y, el resto:
un cúmulo de deseos
emparedados,
sentenciados a ser degustados
por los demás.

Émulos presentes
me esperan.
Las liturgias
de la melancolía
son sentencias
que, en recintos cerrados,
exageran mi repulsión
a la insistencia.

Y agarrarse, entonces,
al clavo ardiendo
de la hipocresía,
es renunciar
al exquisito sabor
de las ambrosías
por un futuro
basado en la normalidad.

Yo no quiero futuros normales ¿ vosotros?

Pasad un feliz fin de semana...

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