La vida debería ser como una canción de los planetas: sosegada, directa, utópica y simple... si amanece, que no es poco, y las corrientes circulares siguen girando mientras yo desayuno con bisutería y minimizo los efectos del frío con un té de frutas amargas y un calefactor de los antiguos bajo el escritorio desde el que escribo habitualmente. Suena el concierto acústico de Radio 3, hoy con Miles Kane, y, a través del respiradero del techo se escapa la poca diplomacia que me quedaba. No soy muy dado a discutir, de hecho me falta práctica y, aunque mi tono puede resultar desagradable cuando me enfado, compenso evitando los gritos (que suelen no ser más que una evidencia de tu falta de argumentos).
La vida, a pesar de todo, se presenta bien. El simple hecho de tener que elegir bufanda le da un toque diferente a la penuria tríptica que me rodea y pone la dosis ideal de color a este dejavú semanal que hace más plausible el porqué de éso que tu abuela, con su superstición, se empeñaba en contagiarte : no te cases (se me ha ido de las manos) y no te embarques (me falta el yate, jaja).
Así que agarrado a la mano del sol ausente dejo una huella más en esta costura remendada por la que nos ha tocado caminar, porque no hay que olvidar que la monotonía es el capítulo más releído de tu historia, pero no por éso debemos menospreciar la repetición.
Vivir es mi terapia...
Como dice Miles Kane: "déjalo salir..."
Salu2
y nos vemos....







0 comentarios:
Publicar un comentario