Aislamiento.

Habréis comprobado que esta semana he escrito menos... sí, las reflexiones internas es mejor no airearlas. Y tras un duro enero necesitaba refugiarme en mi mismo y pensar en todo lo que me rodea. Me ha venido bastante bien no tener contacto con la realidad. Al fin y al cabo, he comprobado que hay pocas cosas imprescindibles en mi vida y no depender de casi nada es un alivio en estos tiempos en los que la soledad está tan mal vista por la mayoría.

Sumergido en el anonimato del twitter he encontrado desahogo, escuchando a Iván Ferreiro, a Xoel, a los Lori Meyers, a New Raemon y a Maga he encontrado un rinconcito de paz, he llenado unas cuantas hojas blancas, unas cuantas cajas de cartón con recuerdos, he compuesto tres o cuatro canciones, me he emocionado con unas cuantas películas viejas y he indagado en la bonanza incomprendida de mi yo interior experimentando con mis experiencias y la relativa deshumanidad egoísta que me ha rodeado últimamente para zanjar mi relación con los restos de intolerancia provenientes de aquel pasado en el que me sentía tan poco valorado.

En definitiva, he reafirmado mi gusto por las cosas que me motivan, he decidido ser un usuario pasivo del facebook, me he planteado la posibilidad de espaciar los post, he pensado en estos proyectos laborales a medio plazo, he disfrutado de mi primer concierto solo (no está mal la interactuación a la que te obliga, por cierto), he dicho "no" a las proposiciones que no me convencían del todo y he liberado parte de la ira y el enfado que he acumulado en esta primera parte del año. 

He sumado, he subido, he avanzado, he liberado... y también he sintetizado, porque esta costumbre mía de tener tanta manga ancha, esa paciencia exagerada, ese buen comportamiento... no es nada bueno para mi salud mental. Por lo que prefiero dedicarme a mis cosas, seguir buscando el equilibrio imposible y degustar conscientemente todo ésto tan bueno que me está pasando. 




Salu2

y nos vemos...

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