Tengo un problema: el sexo sin amor ya no me gusta...
Debe ser que me estoy haciendo viejo o que mis sentidos han dejado de estimularse fácilmente... o quizá sea, simplemente, que me he vuelto más exigente o que por fin estoy haciendo honor a mi condición de tántrico (no sólo musicalmente hablando). El caso es que mi cerebro selectivo guarda mejor recuerdo de las sensaciones que de los intercambios de fluídos. De hecho, creo que hay más amor en mí cuando me excito en mitad de un concierto o toco la guitarra que cuando jadeo y sudo bajo las sábanas.
Espero que la primavera resucite mis instintos, pero mientras tanto me conformo siendo soez en mi palabrería barata. Al fin y al cabo debería ser más sencillo encontrar el klimax partiendo de la base de que va a costarme excitarme...
A pesar de todo me gusta saber que pude escribir algo así:
Eterno.
Los restos de viagra
aturden mi excitación real.
El amor
es un cigarrillo
apagado
sobre mi polla.
Provocación intensa,
mis ojos sangrantes,
fuera de órbita.
Me vuelvo arrogante,
abre las piernas,
lubrícate...
Más que un simple amante,
el final queda lejos.
Prisioneros de lo momentáneo;
la heterodoxia
resulta francamente
aburrida.
Rotas las esposas
de nuestras manos,
el anillo vibra,
y, mientras, firmamos un pacto
sin condiciones:
nada de halagos hipócritas.
Nuestro amor, como todos
tiene una duración determinada.
Si te limitas al ahora
disfrutarás,
si piensas en mañana
te perderás la diversión.
Y en tu orilla
espuma de olas.
Tu lluvia ácida
sacia mi sed.
Pesada es la mentira,
estúpida la verdad:
Ni me quiere,
ni te engaña,
ni te gusta,
ni le gustas...
Él misionero del placer,
sube, cambia, gime...
él aguanta,
ella disfruta,
ambos lo saben...
se aprovechan.
Salu2
Y nos vemos mañana.







Lo mejor de cumplir años es que aprendes a elegir. Lo que no te quita nadie es la posibilidad de equivocarte.
ResponderEliminar