A fuerza de golpes

La profundidad apaga
la luminosidad
...de todos los tesoros.
La oscuridad altera
mi organismo pluricelular.
Abismo interior:
no distingo las formas
¿es de color?

Mi materia no la hilaron
con hilos de seda.
Busqué una imagen,
una sombra
entre el nerviosismo...
busqué una forma
de cambiar el mundo...
todo vacío.

A fuerza de golpes,
aprendí a no mirar nunca
hacia atrás.
Odio las despedidas,
no más sollozos, no más lágrimas,
no más sueños
imposibles.

Idealicé lo inexistente,
prolongué líneas
de futuros muertos.
Me ahogué en tus recuerdos,
morí de miedo,
acordándome, creí ver la luz,
y todo blanco,
y restos negros...

Y se congeló la intensidad.
El amor es un bien perecedero.
Simplemente dos polos
con distintas configuraciones,
sólo dos colores,
sólo vanalidad impertinente,
sólo acordes de una canción
ya terminada.

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