decisión evidente

Últimamente me encuentro a demasiada gente decepcionada con el amor. Narradores de historias con finales infelices, sin perdices y con la negrura permanente que deslegitima el placer de sentir...capaz de desmoralizar a quien tiene su esperanza intacta y la ilusión a flor de piel.

"temo morir sin saber lo que significa la palabra AMOR"; por ejemplo. Quien realmente cree no haber sentido nunca algo parecido al enternecimiento que provoca la ilusión por amar, una de dos: o tiene muy mala memoria, o está tan empecinado en creerse su historia que se ha acomplejado o ha autorenunciado a la posibilidad de que, más allá de la tristeza, que tan fácil nos embauca, no hay más que desesperanza.

Triste en ambos caso, pero relativamente falso, también.

Es verdad que definir el amor es complicado. Es cierto que hay muchos tipos de cariños que pueden llegar a confundirnos y lo peor es que la piel de gallina y la emoción, supuestamente, tienen una duración determinada y que hay demasiadas historias de príncipes azules omnubilando o distrayendo la realidad de lo que, en realidad, deberíamos buscar o querer.

Si son más los miedos o las exigencias, es posible que el estañador una poco más que dos medias naranjas con la pulpa más seca que la sangre del corazón cascado e insensible que más parece una piedra que un bombeador de ilusiones varias.

Si cada vez que tratan de amarrarnos cortamos la cuerda que nos une a la esperanza, si nuestro nivel de exigencia delimita tanto nuestra sugestión, si la aversión a las cadenas nos desconcentra o si la prisa se interpone entre lo ideal y lo supuesto... corremos el riesgo de, en lugar de enternecernos, volvernos ariscos.

Si malinterpretamos la exigencia y la sutilidad da paso al gusto por lo material; si valoramos más la distancia que la productividad de absorver irremediablemente el sudor de otro; si la poesía se transforma en cursilada, o si te avergüenza más que te enorgullece, en definitiva, si las contras son tan innumerables y los pros no caben en los dedos de mis manos. Puedes sentirte orgulloso de haber encontrado más de tres cosas en común con alguien y, a lo mejor, deberías dejarte de gilipolleces y aprovechar esas coincidencias en vez de comprarte chicles de esos que siempre traen una calcamonía de lo perfecto y un "sigue buscando".

Alteza, su reino es mucho más liliputiense de lo que imagina. Acaricia algo que no existe y es posible que tras vestirse de crudo y sentirse protagonista por un día, se sienta desdichada y ni siquiera un castillo, un monovolumen y un par de retoños le satisfagan.

Lo mejor de esta vida es que es imperfecta. Que nos permite equivocarnos y rectificar, y reinventarnos, y tener un millón de oportunidades diferentes en un millón de sitios distintos.

Por eso, olvidad el pesimismo, el pasado tan, supuestamente, horrible. Armad un puzzle con los restos de corazón que aún os queden sanos. Y tengáis lo que tengáis, sea mucho, poco o nada, arriesgad como lo hicistéis alguna vez, como si fuera la última vez que lo podréis hacer; con optimismo, con certeza y a sabiendas de que lo poco que os ofrezca a cambio, será más estimulante que la negación permanente que relativiza el placer de los segundos que desaprovechamos.

Hay veces que un NO puede ser más esclarecedor y estimulante que una puerta abierta.

"weekend" de Christina Rosenvinge (siento ser tan repetitivo); "el arriero" en la versión que más os estimule, "corazón loco" del Cigala y, sobre todo  "las oportunidades" de Calamaro: Mirando las golondrinas en el cielo no se ven otras golondrinas al alcance de la mano; la suerte nunca llega si la estamos esperando; ¿no creéis?

Salu2

y nos vemos mañana.

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