repeticiones... y gracias;

Otro día en el paraíso; las mismas calles, las mismas caras el mismo horario y cansancio de siempre... o no;
Cada día es diferente y aunque muchas cosas se repitan, tiene su gracia verte con los ojos que tu yo infantil observaba el futuro ilusionado con la posibilidad de que la monotonía no hiciera mella en el yo que ahora eres.
El victimismo está bien para los demás, pero yo soy uno de esos cientos de miles de "imsomnes" que oyen "hablar por hablar" para valorar realmente el grado de intensidad de los problemas que crees tener. Y, al final, resulta que mis aprietos no eran para tanto.
Los de los demás sí: problemas familiares, enfermedades irreversibles, sensación de abandono, amores perdidos, la crisis, la economía, los pagos que no se pueden afrontar... si fuera supersticioso tocaría madera. Pero, de momento, no me quejo de mi suerte.
Parece que ver "que bello es vivir" tantas veces ha influído en mi manera de ver las cosas. Lo que no sé es si soy el protagonista, en la escena que vuelve a la vida, o el ángel de la guarda.
Seguramente por eso, hace unas semanas puse un anuncio en mi twitter: Psicología sin titulación al precio módico de una cerveza; abierto 24 horas (como las buenas gasolineras). Se ve que surtió efecto, y eso que sólo tengo 8 seguidores, ja ja.
Toda mi vida he sido así. Supongo que he asumido que a cambio gano la compañía momentánea de gente que, aunque no lo diga demasiado, en el fondo, me aprecia. Creo que me había conformado con eso. Pero ahora conozco gente que valora el estar, el consejo e incluso me ruboriza agradeciéndomelo.
Para todos ellos, simplemente decir que el agradecimiento es mío y que es un placer estar ahí cuando lo estimen necesario. Lo mío no es altruísmo es empatía, y si está en mi mano hacer algo por alguien que me importa, no lo dudo; y más si saco un bocadillo, una guinness o vinito, un café granizado, un blog o unas risas a cambio.
Como decía al principio, cada día es diferente porque, entre lo que se repite, siempre hay un espacio que puede sorprendernos.
Si, dejando de lado el pesimismo, al acostarnos hiciéramos balance de lo vivido, durante el día que se acaba, encontraríamos, al menos, un momento que hiciera más llevadero nuestro tránsito al sueño. Si no lo encontrais, aquí teneis a alguien dispuesto a provocaros un buen momento. Y sino, podeis aumentar el número de oyentes de "Hablar por hablar".
Salu2
y nos vemos mañana.
Ahhhhhh, y hablando de buenos momentos; ayer me cantaron a capela el Nessun Dorma, ya sabeis el acto final de Turandot; muy recomendable; aunque, como supongo que no tendreis a mano una voz tan celestial y a la mayoría la ópera no os gusta demasiado, os voy a recomendar un remedio contra las penurias: el sexo (que no lo es todo, pero ayuda, y, normalmente es una de esas cosas que ayuda a hacer más llevadero nuestro tránsito al sueño, ja ja): los míticos Black crowes y su versión del hard to handle.

0 comentarios:

Publicar un comentario