los ojos brillantitos...

29.07.2010. Para muchos una fecha más perdida en el calendario, para mí: el 36 cumpleaños de mi hermano o como a mí me gusta definirlo: un tío sin término medio. Ni grises, ni templados... vamos que o se pasa o no llega.
Supongo que ha heredado de sus tiempos mozos el descontrol y haber vivido inmerso en él le ha llevado a este punto en el que el sofá es su hábitat natural y la calle un paraíso circunstancial en el que no le tiene que dar explicaciones a nadie.
Cada uno es como es y yo lo respeto, porque aunque a veces dude, tiene bien definidas sus convicciones;
Pero la fuerza que acompaña a la gente de su generación, a veces mengua y le hace vacilar. Seguramente, por eso, da la sensación que ha escogido el caracter de viejo cascarrabias que ha heredado de mi querído tío Pepe (que en paz descanse). Pero como buen hermano mío que es, le pierde el buen corazón que tiene. Y él sí que es altruísta. Quizá por eso se lleve con la gente los palos que se lleva.
Conmigo es diferente, la certeza de saber que voy a estar naturaliza, en cierta manera, sus miedos. Y es capaz de acompañarme a un concierto de Tänträ en la otra punta de la geografía vasca, o seguir y ampliar nuestra tradición (familiar) de ir al BBK live, o a cambiar la cerveza por el marianito, encontrar la vía despejada de un destornillador...
Yo lo aprecio, a pesar de sus defectos (en los que no voy a entrar). Y aunque me gustaría que fuera más activo y buscara por ahí algo que le motivara (que no una novia, como le recomiendan los otros miembros de mi familia), lo entiendo, sé lo que cuesta independizarse en ese "país" en el que el metro cuadrado está sobredimensionado y consecuentemente CARÍSIMO, y lo que cuesta llegar a casa y ver que no hay nadie.
Lo admiro por renunciar a la independencia por un poco de cariño, y me la suda que los demás lo respeten o no, o lo vean como lo quieran ver.
Y nada, que si tengo el gusto musical que tengo es en parte gracias a él, y si me he podido permitir algunos lujos estos años ha sido en parte a sus donaciones desinteresadas y al camino que él me abrió en casa, donde después de acunar un diablo, ya no dan miedo las pequeñas hogueras que los "aficionados" prendemos.
Espero que no se enfade.
Para subirle un poco la moral voy a cambiar el 36 por el 22, que es la edad a la que yo escribí esta poesía:

Veintidós.
Veintidós marcos sin foto
sobre la única mesa
de esta habitación.
Veintidós decisiones tomadas,
veintidós manzanas,
veintidós naranjas
partidas por la mitad.
Un paso temerario...
arriesgados los peones
con el jaque mate
te acojonas
y refugias tu miedo
tras veintidós
escusas ridículas.
Versículo veintidós
de los salmos
a los ángeles castrados.
Homenaje baldío
al dolor superado.
Si el daño ha pasado
el alcohol
de noventa y seis grados
me lo bebo
y no me hace efecto.
Veintidós quemaduras
de tercer grado.
Arde mi garganta,
quema mi voz.
Veintidós palabras
desordenadas;
reverbera mi gloria venida a menos
y ajeno a futuros fracasos
recurro al veneno
de tus veintidós caricias
me las trago
y soplo las velas.
Como veis, personalmente, nunca me han gustado los cumpleaños. No porque me deprima envejecer; más bien es porque me doy cuenta de lo poco que a la gente le importa, los pocos regalos que recibo, las felicitaciones... (por si cuela, ja ja) lo único que me congratula el 2 de julio, es saber que mi familia nunca falla, ja ja. Supongo que mi hermano sentirá algo parecido hoy.
La recomendación musical de hoy se la dedico, evidentemente, a él. Es "Read my mind" de The Killers, remasterizada por los pet shop boys; Es apropiada para un día de fiesta y, en algunas partes, la letra podría estar inspirada en los pensamientos internos de mi hermano. A disfrutar, que mañana sí que es viernes, ja ja.
Salu2
y nos vemos mañana.

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