El subrealismo se salió del cuadro, y a mitad de camino entre Baudelaire y un bodegón de Zurbarán me dispongo a encarar un nuevo fin de semana ilusionante. Los colores están en la paleta, los pinceles limpios, el carboncillo ávido de ennegrecer el blanco y la gravedad a punto. El lienzo vacío y mi cabeza trazando ideas, divagando entre el ilusionante viaje al paraíso de la semana que viene, el concierto de mañana, un cumpleaños especial y lo que el azar me pueda aportar.
Espero que el sol siga brillando...
De fondo, "nuestro baile del viernes" de Sidonie...
Salu2
y nos vemos mañana.







Trazar a ojos cerrados,es msimple.
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