Alguien debería inventar un enderezador para los días torcidos...
Los que no estamos acostumbrados a ser egoístas pagamos serlo ocasionalmente; Maquiavello, Kant, Nietze o Einstein no andaban desencaminados. Pero mi mundo tiene más que ver con la percepción que Groucho Marx, los Monty Payton o cualquier enrevesado e irónico cómico tenía (o tiene) de la realidad. Supongo que si fuera todo más previsible y sencillo me aburriría, así que ateniéndome a la ley de Murphy, acepto que mis tostadas caigan siempre por el lado de la mantequilla recién untada. Ya me lo dijo un sabio popular hace años: "las certezas y las convicciones duran hasta que llega la siguiente duda". Y yo me cago en las dudas, y de paso en el egoísmo: el de los demás, porque me pone de mala hostia (con lo difícil que es conseguir éso) y el mío, porque no me trae más que problemas. ¡hay que joderse! si estás serio eres un rancio, pero si te ríes no es el momento, si lloras eres un debilucho, si gritas estás loco y si aparentas que no te importa eres un conformista. Ya ves... debe ser que soy más humano que nadie porque no hago más que equivocarme; menos mal que me lo tomo con humor.
El caso es que lo que debería haber sido un día de preparativos, alegrías y nuevas perspectivas con cristales oscuros, acabó arrancándome las uñas a mordiscos, y en esos bocados debieron irse también, no sé, un tercio de amigo, uno entero, una pizca de ilusión ajena y una arritmia relativa que volvió de repente. La tónica habitual de lo que me incitó a empezar a escribir este blogg. Con lo fácil que sería ser como los demás y hacerme la víctima y los cojones que tengo para que, a pesar de todo, el ánimo no decaiga.
Muchos me critican porque soy un iluso, pero si no fuera por éso, estaría muerto, o más bien, sería un parásito de ésos que tan fácilmente encuentro por ahí descarriados últimamente. Es verdad que el mundo no está hecho para los débiles, y que debemos habituarnos a la tónica de caer y levantarnos, y volver a caer cual bucle cerrado de la canción más tenebrosa de los Smashing Pumpkins.
Pero no hay cuerdas suficientes para ahorcarlos a todos. Supongo que yo no estaría exento de disparos, pero no por éso voy a comprarme un chaleco antibalas. Seguir los dictámenes de la conciencia tiene estas cosas, o quizá sea, simplemente, que la conciencia y el egoísmo no son compatibles.
Sigo con la lista de reproducción de los Smashing esperando que llegue "perfect" o "Stumbleine". B.S.O de los días lluviosos.
Salu2
y nos vemos mañana.







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