Motivante.

Acabo de escribir una poesía. Apenas cinco minutos de monólogo de mi subconsciente en verso. La inconsciencia retiene, exagera, se queja, ama y odia... pero, sobre todo, deja que lo onírico geste inspiraciones y extraiga las gotas de las ideas sin pulpa que regeneran el ego o la entereza que tantas veces nos faltan.

Perfecto es un adjetivo que, por desgracia, utilizamos muy pocas veces. Vivimos en ese límite entre lo agónico y lo increíble; y aunque "nunca jamás" es un país que nos gusta visitar circunstancialmente, preferimos pisar paraísos imperfectos, alimentarnos de manzanas podridas y sestear los escollos disfrazados de Indiana Jones.

Abrazado a la imperfección vivo mejor. Pienso en lo que me queda por ver y por descubrir. Asumo la reinvención como una posibilidad y entiendo que la ilusión que pueda tener depende, exclusivamente, de los retos que sea capaz de ponerme.

Por desgracia, alguien inventó los puñales y todos tenemos una cara y una espalda. Y por suerte, me encanta que me pongan a prueba y me cautiva mi propia ingenuidad.

El hecho de que nadie pueda saberlo todo prolonga las lineas de mi optimismo, para éso están la penicilina y los cicatrizantes. Y también, para éso, alguien inventó la papelera de reciclaje.

El mundo, en si, es una bola MOTIVANTE. Lo malo es que muchos se empeñan en simplificar las cosas y la subjetividad desvirtúa la verdad de lo que en realidad está sucediendo.

Una pena.

Para hoy 3 recomendaciones:

1. Lía (de Ana Belén); porque un juego de palabras puede relativizar algo tan serio como el amor.

2. El hombre que casi  conoció a Michi Panero (de Antonio Vegas); por la subjetividad de quien mira;

3. Todo nos parece una mierda (de Astrud); por la envidia.

Salu2;

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