El bar Kepa.
En tierra de nadie,
una noche interminable,
fuera relojes,
que el tiempo no pase.
Puedes venir sólo,
y no conocer a nadie,
El sol sigue hay fuera
y la rutina, y tus motivos
y lo privado
y todo lo que el mundo sabe.
Todo lo que te ha traído hasta aquí,
Todo lo que has venido a olvidar.
Aquí puedes ser lo que tú quieras,
inventar tu nombre y tu pasado;
dar rienda suelta a tu imaginación...
aquí tu dinero no tiene valor;
Haz lo que quieras, sí,
Tú mismo...
Aquí los juicios están prohibidos,
tus palabras necias no tienen sentido.
Aquí sobra la paciencia
que pagan siempre los mismos.
No hay distinciones, ni motivos,
ni patrias, ni banderas;
Sólo lo que te ha traído hasta aquí,
Todo lo que has venido a olvidar.
Aquí nadie hablará por ti,
aquí aprenderás a elegir...
pasado y futuro se mezclan ahora
y todo lo demás no importa;
Haz lo que quieras, sí
Tú mismo...
Puedes hacer, lo que tú quieras
Puedes decir, lo que tú quieras
Tú decides qué, tú decides quién...
tú mismo;
Haz lo que quieras, sí,
tú mismo.
Lo prometido es deuda. Y como ayer la noche acabó de la mejor manera posible, o más bien, de la manera más habitual. Ahí va mi homenaje a los 4 ceporros con los que siempre termino: mis amigos del St Tivoli FC y al loco que anda perdido en mitad de una isla en mitad del Atlántico.
¡Viva la exaltación de la amistad!... la verdadera;







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