Saltar...

Si alguna vez llego a los 80años, puede que pueda prometerte un amor para toda la vida; o puede que, como los que me rodean, también entonces, mienta como un bellaco. Supongo que con el tiempo he aprendido que en esta vida nada es mío, ni una escritura, ni la hipoteca ni nada me hace propietario de nada y por mucho que me empeñe nada se irá conmigo cuando haya muerto, por lo que reclamar a estas alturas un sustentador de ilusiones en forma de vicio, cuerpo humano o bien material sería contraproducente y poco recomendable. Pero, por otro lado, estoy algo sensible últimamente y aunque, como dijo Gioconda Belli: "La vida intensa a diario me convence de lo efímero de las derrotas", intuyo que tengo un exceso de testosterona abrumando mi, habitualmente tranquilo, generador de sentimientos.

Sacando mi lado romántico diría que como estoy desnudo no me vendría mal que alguien me vistiera de amor, al menos, por un rato. O diría que me siento como una cerilla que necesita rozarse para encenderse, o algo más soez... Pero como la comprensión es un principio que se pierde con demasiada facilidad y no me gusta demasiado limitarme a ser práctico, seguiré abriendo chicles para ver si en una de estas no me toca el "sigue buscando" de siempre.

Pero, por si acaso, me sincero y digo que: Sólo le pido una cosa a la mujer que pretenda entenderme, que sepa, al menos intentar, hacer poesía con los momentos de rutina. Lo demás es una cuestión de la capacidad de ascender que tenga el avión en el que nos montemos.

Y, aprovechando que es sábado, voy a saltar un rato:



Salu2

y nos vemos mañana.

0 comentarios:

Publicar un comentario